Entrevista a un divulgador científico: Pedro Sierra Romero, DGDC, UNAM.
Marzo, 2020, en Isla Guadalupe |
Pamela Carrizales
Estudiante de la licenciatura en Lengua y literaturas hispánicas, FFyL,UNAM
Seguramente recordarás la primera vez que te acercaste a la ciencia, probablemente adquiriste el gusto en alguna clase, gracias a un maestro, familiar o amigo; en algún museo o durante un viaje escolar. En los últimos años, la divulgación de la ciencia se ha convertido en el medio inicial de acercamiento al contenido científico, además de colaborar con la difusión de contenido especializado en contextos no académicos.
Por ello, en esta edición, entrevistamos a Pedro Sierra Romero, encargado del departamento del departamento de televisión de la DGDC de la UNAM, área que produce materiales en video para televisión, circuito cerrado y redes sociales.
Entrevistadora: Nos gustaría saber… ¿Cómo se acercó a la divulgación científica?
Pedro Sierra: De manera casual, yo no buscaba dedicarme a la divulgación de la ciencia, realmente yo estudié ciencias de la comunicación en la UNAM, además estudié en otra escuela, que era de periodismo y arte, en radio y televisión.
Entonces, lo que yo siempre quise era ser director de cámaras de programas en vivo, pero cuando estuve buscando dónde hacer mi servicio social llegué a TV UNAM en un grupo que se dedicaba a hacer audiovisual de ciencia, ellos le decían Cine Científico. Era toda una barra que coordinaba, en ese tiempo, Manuel Martínez de TV UNAM y así fue como me acerqué; conocí el trabajo que se hacía ahí.
En mi servicio social, que debió haber sido de seis meses, lo hice durante un año, porque me gustaba mucho estar en ese grupo, aunque realmente yo hacía cuestiones muy básicas: hacía copiados. Sin embargo, al ver los materiales, que además, tuve la fortuna de, en dos ocasiones, revisar todos los que iban a participar en concursos, — en ese tiempo existía una asociación de cine científico en México — yo hacía el copiado para la exhibición.
Y entonces, me gustó mucho lo que se hacía, le hallé mucho sentido a mi profesión como un futuro realizador de audiovisual. Le encontraba mucho sentido a que fuera producción enfocada a comunicar la ciencia.
E: En sus inicios… ¿Usted logró identificar algún problema en la divulgación científica? ¿Cómo se divulgaba? ¿De qué año estamos hablando, aproximadamente?
P: Estamos hablando del año de 1991, un poquito de años. En 1991, hubo un eclipse solar, y a mí me tocó estando en mi servicio social, y fue como la temática que abordaron ese tiempo los materiales. De hecho, se hizo producción de una serie de astronomía prehispánica.
En ese tiempo, no eran materiales precisamente para divulgar ciencia. La divulgación tiene otras particularidades. Ya ahora, después de muchos años lo entiendo, pero en ese momento, simplemente se hacían materiales que comunicaban ciencia, pero, incluso para mi gusto, rayaban un poco más en lo didáctico por el tipo de profundidad que tenían los materiales, por el tipo de duración.
Me parecía que eran materiales muy bien hechos, además, cuando estuve ahí, no sólo veía materiales hechos en México. Tuve oportunidad de ver materiales que se hacían en otros países, porque en esta área había un archivo de programas, y como a mí me empezaba a llamar mucho la atención, y era relativamente inquieto, veía muchos materiales que se hacían en otros países, pero no eran piezas —considero— estrictamente de divulgación, sino, eran materiales que tocaban temas de ciencia.
Quizás ahora, desde mi perspectiva, con la experiencia que tengo, podría decir que había claridad en los objetivos y eran como documentales, como programas de televisión un poco más largos, que tenían como temas de ciencia, pero no eran materiales con objetivos tan definidos como los tiene la divulgación de la ciencia y que ahora a mí me toca hacer.
E: Sobre los contenidos… ¿Qué cambios cree que ha sufrido la divulgación? ¿Cuáles son las necesidades del público actual que ha tenido que experimentar el departamento de televisión? ¿Qué cambios son los más evidentes?
P: Yo tengo 27 años trabajando en la DGDC, (…) la mayor parte de estos 27 años, es decir, como 15, estuve adscrito a un área que producía exclusivamente materiales que tenían que ver con ciencia para museos. Es decir, eran piezas que por sí solas explicaban o acompañaban otros equipos. Cada pieza se produce, pensando en el público y medio que se va a exhibir, siento que me complementé muy bien de estrategias que aprendí al producir materiales que no tenían que ver con comunicación de ciencia.
Desde hace aproximadamente 12 años, yo coordino la producción de un departamento que se creó en la última dirección que fue propuesta en divulgación de medios, esta no existía, es la más reciente. Desde que se inició este proyecto, a mí me invitaron, y sí había tenido oportunidad de conocer materiales de otras entidades, previo a trabajar en el departamento de televisión. De hecho, pude meter varios de mis materiales a festivales para tener la referencia de cómo se hacía, con qué recursos.
Siempre el producir en universidades, mucho de lo que te cuestionas es respecto a la capacidad financiera con la que puedes emprender los proyectos, generalmente en la producción universitaria de documental, es una constante que se haga con poca gente, equipo no de última generación y recursos limitados en gastos. (…) En fin, la producción audiovisual es un trabajo colectivo que implica muchas áreas y en todas se necesitan recursos. Entonces, la producción universitaria, en general, no está muy favorecida.
Entonces, yo sí tuve la oportunidad, digamos, de medir la capacidad que teníamos frente a otras productoras privadas y universitarias y me daba cuenta que no estábamos tan mal, pero los objetivos eran muy específicos: hacer materiales para museos. Que si bien es divulgación de ciencia como objetivo y con un público muy caracterizado; al estar en un museo, adquiere características muy diferentes a las que podrían ser: estar en televisión o en las redes sociales, por ejemplo.
Lo que pudiera yo caracterizar como un acierto, en este desarrollo en el departamento, es que siempre hubo la intención de tener una mente muy abierta para conocer las necesidades del público al que nos íbamos a dirigir y de conocer las características del medio donde nos íbamos a exhibir.
Ahora, los que integramos este departamento, que somos doce personas —ya no es un departamento pequeño— no somos un departamento que produzca con finanzas precarias, realmente hemos sabido sortear eso. Producimos materiales con un buen equipo y tenemos buenos recursos en los proyectos que estamos realizando en estos momentos.
Recién estamos regresando de Isla Guadalupe, un viaje de diecinueve días con un equipo de producción de siete personas, (…) y tenemos salidas como el programa de Paula Rojas en Televisa, eso también, digamos que es una situación excepcional para una producción universitaria.
Si bien es cierto, los recursos tecnológicos son más accesibles ahora para poder producir. Ahora, con una simple computadora — relativamente simple— puedes editar, e incluso, en España, académicos muy reconocidos en el ámbito de la divulgación de la ciencia, como lo es el Dr. Bienvenido León de la Universidad de Navarra, puede impartir cursos en donde dice que con un teléfono tú puedes producir materiales, porque ahora, el acceso a la tecnología es más sencillo que hace muchos años, y eso también ha impactado en la producción audiovisual de divulgación de ciencia.
Hacer materiales de ciencia atractivos para el público, tiene que ver con aquello que a simple vista no se puede percibir. Un ejemplo podrían ser las imágenes con dron o imágenes hechas con lentes macro. Son herramientas que las hacen más interesantes, que llaman la atención, por ser una manera diferente a lo que un espectador puede alcanzar a ver con sus ojos y esas técnicas especializadas son más accesibles que antes.
E: ¿Actualmente identifica alguna problemática que está experimentando la divulgación de la ciencia?
P: En términos generales, yo creo que este es un buen momento en nuestra sociedad para hacer materiales de ciencia, porque, uno de los grandes cambios que ha habido en la audiencia es que el público se ha diversificado, pero se han hecho nichos que buscan información específica, eso es una gran ventaja.
El perfil ideal de un divulgador es donde se puedan crear grupos de trabajo, donde se puedan colegiar diferentes puntos de vista, desde diversas especialidades o perspectivas de la comunicación. Durante muchos años, más bien, se confrontaban estas maneras de comunicar. (…) A mí me gusta mucho una frase del Dr. Luis Estrada, cuando le preguntaban quién debía comunicar la ciencia; decía que, la tenía que comunicar el que la hiciera bien. Me gustaba mucho esta frase porque era olvidarse de todos los prejuicios.
Hay muchos jóvenes que se dedican a comunicar la ciencia y son excelentes porque creo que dominan muchos conceptos y son atrevidos en términos de las estrategias, en cómo comunicar. Yo procuro siempre decir —cuando tengo la oportunidad de dar clases— que lo más importante es que tú conozcas con claridad qué público te va a consumir y en qué medio vas a salir. Una vez que tienes esa claridad y un tema para comunicar, todo se vuelve mucho más fácil.
Durante muchos años, la comunicación de la ciencia fue concebida como una traducción, se traducían los términos complejos para hacérselos saber a la sociedad. Esto de comunicar para un gran público ya no existe, ahora le tienes que apostar a segmentos. Ahora, desde hace varios años, en términos de academia, se ha cambiado el término de traducir a contextualizar, esto es una manera más acertada de cómo tus mensajes pueden causar un impacto, ya que la palabra contextualizar tiene un sentido más amplio que el conocimiento de las características de la audiencia.
Diseñar, hacer estrategias para llamar la atención de la audiencia es un tema muy complejo, yo creo que quien lo hace, necesita una mente abierta y con una gran capacidad de adaptación a los cambios. Somos ya, un grupo más amplio que entendimos que lo que tenemos que hacer es estar como esponjas, tratando de absorber el tipo de necesidades, gustos y preferencias que tiene el público, para poder diseñar materiales un poco más eficaces.
E: ¿Qué consejos les daría a los jóvenes que desean acercarse a la divulgación?
P: Son muchos consejos. Lo primero es que se acerquen a todos los productos y que con una visión crítica los revisen, los comparen. Otro es buscar la formación; el perfil de quiénes hacen comunicación de ciencia debe ser amplio, que tengan una inquietud clara y una intención de adentrarse en el mundo de la comunicación, que tengan una formación o base en ciencias; que se acerquen a grupos que lo están haciendo: servicio social, becarios, voluntarios. La mejor manera es acercarse y hacerlo.
Creo que uno de los problemas de la gente que quiere comunicar es que no se lo toma como una disciplina rigurosa y se dejan guiar por fuentes que no son confiables. De pronto ves materiales que tienen errores conceptuales. La recomendación más encarecida que podría hacer es que se lo tomen como una disciplina rigurosa, hay muchos libros, en Divulgación de la Ciencia hay toda una colección de cómo hacer divulgación científica.
E: ¿Podrías decirnos dónde encontrar los materiales del departamento de Televisión de la DGDC, UNAM?
P: Sí, nuestros materiales se encuentran en varias plataformas de la universidad, uno es en el portal Ciencia UNAM; otro son las redes sociales de Divulgación de la Ciencia de la UNAM y otros se encuentran en las redes sociales del museo UNIVERSUM.
E: Por parte de la AMCyT le agradecemos por haber participado en esta entrevista, estamos seguros que nuestros lectores disfrutarán de esta interesante charla.
Redes sociales de la DGDC, UNAM:
https://www.facebook.com/DGDCUNAM
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