Curioseando
por Andrea Flores Leyva
¡Hola, mentes curiosas! En esta primer edición les traemos un experimento que puede servir como un detalle para obsequiar a quien tú quieras… También te daremos una explicación científica de cómo es posible que funcionen estas flores de papel, ¡para que dejes con el ojo cuadrado a quien se lo regales!
Materiales:
- Hojas de papel
- Tijeras
- Recipiente de agua
- Lápices de Colores
Instrucciones
En una hoja de papel dibuja flores con distintos pétalos y decóralos a tu gusto con lápices de colores.
Recorta con cuidado el contorno de la flor.
Dobla los pétalos hacia el centro.
Puedes hacer cuantas flores quieras, de distintos tamaños y formas para ver cómo se comportará cada una cuando las pongas en acción.
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Coloca con cuidado la flor con sus pétalos doblados, sobre la superficie del agua en el recipiente, teniendo cuidado de que no se hunda.
Ahora es tiempo de observar lo más interesante: poco a poco las florecitas comienzan a “florecer”. Parece magia, ¿no? Pues déjame te digo que es nada más y nada menos que ¡Ciencia!
Ahora es tiempo de observar lo más interesante: poco a poco las florecitas comienzan a “florecer”. Parece magia, ¿no? Pues déjame te digo que es nada más y nada menos que ¡Ciencia!
¿Por qué pasa esto?
El papel está hecho de pequeñas fibras entrelazadas de celulosa y lignina, procedentes de la madera.
Dichas fibras pequeñitas hacen la función de capilares, que son como tubitos pequeñitos, pequeñitos, capaces de absorber el agua cuando entran en contacto con ella. Conforme cada tubito va absorbiendo más y más agua, se hinchan y se van enderezando, haciendo que la flor se desdoble paulatinamente.
A este efecto se le llama capilaridad (¡oh, sorpresa!), el cual es un fenómeno físico que se debe a las fuerzas de cohesión y adhesión del agua.
La cohesión se refiere a la atracción entre las moléculas de un mismo tipo, en este caso, las de agua. Estas tienen una fuerza de cohesión “fuerte” gracias a su habilidad para formar puentes de hidrógeno entre ellas.
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*Sobre los puentes de hidrógeno:*
Debido a su polaridad, las moléculas de agua se atraen entre sí muy fácilmente como si fueran pequeños imanes. El lado positivo de una molécula —uno de sus átomos de hidrógeno—, se asocia con el lado negativo de otra —con su átomo de oxígeno.
Esta atracción es un ejemplo de puente de hidrógeno, y son interacciones débiles entre un átomo de hidrógeno con algún otro átomo más electronegativo (en el caso del agua, el oxígeno).
*Sobre la Polaridad del agua: *
¿Conoces la fórmula química del agua? ¡Seguro que sí! La famosa H2O representa una molécula de agua, la cual está formada por un átomo de oxígeno unido a dos de hidrógeno.
En este caso el oxígeno es más electronegativo —ya que tiene más electrones— que el hidrógeno. Por lo que decimos que el lado con carga negativa de la molécula del agua corresponde al átomo de oxígeno y el lado con carga positiva, a la zona donde están los dos átomos de hidrógeno. La polaridad significa justo eso: que podemos identificar un lado negativo y uno positivo, en este caso, de una molécula.
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Por otro lado la adhesión es la fuerza que hace que exista atracción de moléculas de un tipo por moléculas de otro tipo, y para el agua es muy fuerte, sobre todo cuando las otras moléculas tienen cargas positivas o negativas. La adhesión —junto con la cohesión—, permite que el agua "suba" a través de tubos delgados (capilares).
Referencias:
s.a. (2015) Los puentes de hidrógeno en el agua. Khan academy. Consultado el 03/03/2020 en http://bit.ly/32Yere1
s.a. (2015) Cohesión y adhesión del agua. Khan academy. Consultado el 03/03/2020 en http://bit.ly/3aDmwYq
YOUNG, HUGH D. y ROGER A. FREEDMAN. Física universitaria volumen 1. Decimosegunda edición PEARSON EDUCACIÓN, México, 2009. Pág. 465
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